lunes, 1 de octubre de 2007

"Historia de un árbol"

Pinar de la Campiñonera,Tafalla, Navarra.














HISTORIA DE UN ÁRBOL

Es una suerte vivir al lado de un gran pinar, poder levantarse viendo una manta verde y respirar el aroma de sus hojas o protegerse bajo su sombra…aunque a veces si no te distancias de lo que tienes no eres capaz de saberlo apreciar…

Desde el día en que me encargaron este trabajo no he dejado de pensar en qué árbol podía fotografiar, he pasado la semana pensando en “el árbol”, como queriendo buscar la pócima de la eterna juventud… el árbol que con tan sólo mirarlo, me abriese las puertas del éxito, “el árbol perfecto” dónde ni siquiera tener que esforzarme en buscar su mejor perfil, ni sus mejores detalles… pero estaba equivocado. Como en la vida real, apenas te encuentras con “el algo perfecto” por definición. La perfección como utopía puede servir, pero en la fotografía, como en la vida real, necesitamos algo tangible, algo que exista y que podamos fijar en imágenes. Además, yo creo que nada es perfecto sino que todo depende del cristal con que se mire. Puede que todo esto suene a tópico barato, pero creo que en función de nuestra forma de posicionarnos ante las cosas, de nuestra actitud ante ellas, podemos encontrar la magia que hay en ellas… la mayoría de las veces: “todo es relativo”.

Tras esta reflexión decidí subir al pinar que hay junto a mi casa, cogí a mi perro y mi cámara y me acerqué por allí. Durante una hora y media sólo quería mirar, abrir los ojos ante lo que tenía allí al lado y valorar lo que podía ofrecerme.

La mayoría de los árboles eran pinos, unos más pequeños, otros de gran tamaño y otros que yacían ya secos en el suelo. Aquel paseo me devolvió a la infancia y me trajo miles de recuerdos. He pasado miles de horas en ese lugar. De críos subíamos allí de espeleólogos, por las cuevas de la antigua champiñonera que hubo en su día y dio nombre al lugar (Pinar de la champiñonera) Recuerdo que construíamos casetas allí, en el desnivel de la montaña, o hacíamos el bárbaro, como se acostumbraba antes, haciendo guerras de piedras,…en fin, miles de historias, horas y paseos… De pronto, lo vi, un árbol llamó mi atención entre los demás, el color amarillento de sus hojas, resaltaba entre el verdor del pinar, era un bonito contraste, un toque diferente que rompió la monotonía del conjunto. Ese era el árbol que quería fotografiar.

Tal vez no se tratase de un árbol excepcional, pero cuando me acerqué y lo observé, pude apreciar muchos de sus valores.

Una vez más, la intención de encontrar, la actitud ante algo, me ha vuelto a descubrir que todo lo que nos rodea tiene algo especial que merece la pena valorar.



2 comentarios:

Juan Canada dijo...

Excelente trabajo:

No crees que queda la letra muy pequeña?

Adelante!

colorsonico dijo...

wuau mira q coinsidencia.. buscaba una historia sobre un arbol .. de un libro q lei hace unos meses atras, nunca recorde el nombre.
y me encuentro con fotografias hermosas.. :) felicidades. tienes un don!.


solo recuerdo el contenido de la historia no completa y que en una pagina desia...

"silencio un arbol esta naciendo"